Medio siglo del "secreto de la vida" Watson Y Crick
Crick y Watson gritaron "eureka" hace medio siglo.
Hace 50 años, el 28 de febrero de 1953, Francis Crick entró en un pub (bar) de Cambridge, en el Reino Unido, para hacer un anuncio que muchos hacen ebrios y que pocos logran articular cuando están sobrios:
"Hemos encontrado el secreto de la vida", dijo.
La doble hélice del ADN.
O al menos eso fue lo que contó su colaborador y posterior ganador del premio Nobel compartido, James Watson, tiempo después.
Watson y Crick habían encontrado algo que ponía a la humanidad más cerca de una respuesta a la eterna pregunta de cómo es posible la vida: la famosa estructura de "doble hélice" del ácido desoxirribonucleico, más conocido como ADN, un misterio que le había quitado el sueño a los científicos por décadas, con o sin tragos encima.
Receta simple
Según Carlos Valenzuela, profesor de Genética Humana de la Universidad de Chile, Crick y Watson encontraron el modelo físico de lo que ya había descubierto el fraile agustino y científico checo Gregor Mendel en el siglo XIX.
El llamado "padre de la genética" había identificado la misteriosa sustancia que determina las características de los seres vivos y "transporta" la información genética de generación en generación.
Antes de Watson y Crick, los científicos creían que la molécula de ADN estaba hecha de sustancias químicas relativamente simples.
Tenían la "receta" del ADN, pero nadie estaba seguro de cómo se combinaban estos químicos para transmitir la enorme cantidad de información que se requiere para recrear una forma viviente.
"Lo que hicieron Watson y Crick fue hacer posible que cualquier genoma fuese descriptible por la secuencia de bases químicas adenina-tinina y guanina-citosina (los "escalones" de la doble espiral), que especifican la transmisión de caracteres a lo largo de las generaciones y las funciones que ese material hereditario especifica", explicó Valenzuela a la BBC.
Imagen de rayos X
Algunos colegas habían imaginado modelos en el pasado, pero todos resultaron erróneos.
Una radiografía de rayos X fue clave para confirmar el modelo del ADN.
En vez de enfrascarse en experimentos de laboratorio, Watson y Crick idearon su modelo sobre la base de cálculos, con los que estimaron cómo debería verse la molécula.
Pero no había manera de estar seguros de haber dado en el blanco. Hasta que un rayo los iluminó.
Un equipo de investigadores del King´s College de Londres había estado haciendo experimentos durante varios años con una técnica relativamente nueva de cristalografía de rayos X.
Uno de los científicos del grupo, Rosalind Franklin, había logrado una imagen de rayos X de ADN cristalino, que claramente lo mostraba formando una figura cruzada.
El jefe de Franklin, Maurice Wilkins, le mostró la imagen a Watson durante una visita a Londres, pero no le dijo nada a Rosalind.
Watson y Crick habían previsto que una foto del ADN debería verse así si su modelo era correcto. Cuando Watson vio la imagen, supo que tenían razón.
No todos los que están
Watson y Crick publicaron su famosa investigación en la revista Nature el 25 de abril de ese año, revelando la estructura de la doble hélice y sugiriendo que ésta permitía que el ADN creara copias idénticas de sí mismo.
La idea tardó en atraer atención, pero a lo largo de los años se ha convertido en la base de muchos logros en el campo de la biología y la medicina.
Los científicos, junto con Maurice Wilkins, fueron galardonados con el premio Nobel. Pero Rosalind Franklin murió de cáncer antes de alcanzar los 40 años de edad, sin haber podido brindar por su participación en un descubrimiento del que, aunque nunca lo supo, fue pieza clave.
Las reglas del premio Nobel no permiten hacer reconocimientos post mortem.
Watson se vinculó con el proyecto del Genoma humano, que intenta descifrar el significado de los millones de unidades de información genética contenidos en el ADN.
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