Cómo comenzó la independencia de los Estados Unidos


La independencia de los Estados Unidos fue el resultado de una revolución ideológica y política que se produjo en las colonias británicas de América entre 1765 y 1783. En la guerra de la independencia estadounidense, que duró desde 1775 hasta 1783, las colonias lograron su independencia de la Corona británica y establecieron los Estados Unidos como el primer estado-nación soberano fundado en los principios ilustrados del constitucionalismo y la democracia liberal.

Los colonos estadounidenses se opusieron a ser gravados por el Parlamento de Gran Bretaña, un órgano en el que no tenían representación directa. Antes de la década de 1760, las colonias británicas de América disfrutaban de un alto nivel de autonomía en sus asuntos internos, que eran gobernados localmente por legislaturas coloniales. Durante la década de 1760, sin embargo, el Parlamento británico aprobó una serie de leyes que pretendían someter a las colonias americanas a un control más directo desde la metrópoli británica e integrar cada vez más las economías coloniales con las de Gran Bretaña.


Estas leyes fueron conocidas como las Leyes Intolerables por los colonos, que las consideraron una violación de sus derechos y libertades. Algunas de estas leyes fueron:


•  La Ley del Azúcar (1764): impuso aranceles a la importación de azúcar, melaza y otros productos procedentes de las Indias Occidentales francesas y holandesas, con el fin de proteger el comercio británico y recaudar fondos para pagar la deuda contraída por Gran Bretaña en la guerra contra Francia.


•  La Ley del Sello (1765): obligó a los colonos a comprar sellos especiales para poder utilizar documentos legales, periódicos, almanaques y otros papeles impresos, con el fin de recaudar fondos para mantener un ejército permanente en América.


•  La Ley del Té (1773): concedió a la Compañía Británica de las Indias Orientales el monopolio del comercio del té en las colonias americanas, con el fin de salvarla de la bancarrota y reafirmar la autoridad parlamentaria sobre las colonias.


•  Las Leyes Coercitivas (1774): impusieron una serie de medidas punitivas contra la colonia de Massachusetts, como el cierre del puerto de Boston, la abolición del gobierno colonial electo, el traslado a Gran Bretaña de los juicios por delitos graves cometidos por funcionarios británicos y el alojamiento forzoso de soldados británicos en casas particulares, con el fin de castigarla por el Motín del Té y restaurar el orden imperial.


Estas leyes provocaron una fuerte resistencia por parte de los colonos, que organizaron boicots, protestas, disturbios y actos de desobediencia civil contra las autoridades británicas. Algunos ejemplos fueron:


•  El Congreso Stamp Act (1765): una reunión de representantes de nueve colonias que redactó una Declaración de Derechos y Agravios en la que se afirmaba que solo las asambleas coloniales tenían derecho a imponer impuestos a los colonos.


•  Los Hijos de la Libertad (1765): un grupo secreto formado por patriotas radicales que se dedicaron a hostigar e intimidar a los funcionarios británicos y a los lealistas que apoyaban las leyes británicas.


•  El Motín del Té (1773): un acto de sabotaje realizado por un grupo disfrazado de indios mohawk que arrojó al mar 342 cajas de té valoradas en 10.000 libras esterlinas desde tres barcos anclados en el puerto de Boston.


•  El Primer Congreso Continental (1774): una reunión de representantes

La resistencia de los colonos condujo a un enfrentamiento armado con las tropas británicas, que estalló en las batallas de Lexington y Concord el 19 de abril de 1775, marcando el inicio de la guerra de la independencia estadounidense. Los colonos formaron un ejército continental bajo el mando de George Washington y un congreso continental que actuó como gobierno provisional.


El Segundo Congreso Continental, reunido en Filadelfia desde mayo de 1775, asumió la dirección de la guerra y nombró un comité de cinco miembros para redactar una declaración de independencia. Los miembros del comité fueron John Adams, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, Robert R. Livingston y Roger Sherman. El encargado de escribir el borrador original fue Thomas Jefferson, quien se inspiró en las ideas ilustradas de John Locke, Montesquieu y otros filósofos.


La declaración de independencia fue un documento que explicaba al mundo las razones por las que las trece colonias se consideraban estados soberanos e independientes, que ya no estaban sujetos al dominio británico. La declaración se basaba en cuatro partes principales:


•  El preámbulo: introducía el propósito del documento y afirmaba el derecho natural de los pueblos a cambiar o abolir un gobierno tiránico.


•  La declaración de derechos: enumeraba los principios fundamentales sobre los que se fundaba la nueva nación, como la igualdad, la libertad y el derecho a la vida, la felicidad y el gobierno representativo.


•  La acusación al rey Jorge III: detallaba una larga lista de abusos y usurpaciones cometidos por el monarca británico contra los colonos, que evidenciaban su intención de establecer una tiranía absoluta sobre ellos.


•  La declaración de independencia: proclamaba solemnemente la separación de las colonias de Gran Bretaña y su constitución en los Estados Unidos de América, una nueva nación libre e independiente.


El borrador original fue revisado y corregido por los otros miembros del comité y por el Congreso, que eliminó algunas partes y añadió otras. El texto definitivo fue aprobado por el Congreso el 4 de julio de 1776, fecha que se considera el día de la independencia de los Estados Unidos. La declaración fue firmada por 56 delegados del Congreso, que representaban a las trece colonias y que pasaron a ser conocidos como los Padres Fundadores de la nación.


La declaración fue publicada en varias formas y difundida ampliamente entre el público. La primera versión impresa fue el llamado Dunlap broadside, que se distribuyó y se leyó en voz alta a la gente. La versión más conocida es la copia firmada que se exhibe en los Archivos Nacionales en Washington D.C., que se considera el documento oficial. Esta copia engrosada fue encargada por el Congreso el 19 de julio y firmada principalmente el 2 de agosto de 1776.


La declaración fue un acto revolucionario que desafió la autoridad del imperio británico y proclamó la existencia de una nueva nación basada en los ideales ilustrados. La declaración tuvo un gran impacto en la historia mundial, al inspirar otros movimientos independentistas y democráticos. La declaración también expresó los valores y las aspiraciones que han definido la identidad y la cultura estadounidenses hasta nuestros días.

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