La gamificación estrategia divertida para aprender

 

¿Te imaginas que ir al colegio fuera como jugar a un videojuego? ¿Que pudieras ganar puntos, subir de nivel, conseguir recompensas y competir con tus compañeros mientras aprendes? Pues eso es lo que propone la gamificación, una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo.

¿Qué es la gamificación y para qué sirve?

La gamificación es una forma de motivar a los alumnos a participar activamente en su proceso de aprendizaje, aprovechando el atractivo y la diversión que tienen los juegos. La gamificación no consiste en jugar por jugar, sino en diseñar actividades que tengan un objetivo educativo y que incorporen elementos propios de los juegos, como:


•  Reglas: son las normas que hay que seguir para realizar la actividad y que definen los roles, las acciones y las consecuencias.


•  Retos: son las metas que hay que alcanzar para completar la actividad y que suponen un desafío para el alumno.


•  Puntuación: es el sistema que mide el progreso y el rendimiento del alumno en la actividad y que le permite compararse con otros o consigo mismo.


•  Feedback: es la información que se le da al alumno sobre su desempeño y sus resultados en la actividad y que le ayuda a mejorar.


•  Recompensas: son los incentivos que se le ofrecen al alumno por su participación y su logro en la actividad y que pueden ser materiales (medallas, diplomas, premios...) o inmateriales (reconocimiento, satisfacción, autoestima...).


La gamificación sirve para conseguir varios beneficios en el ámbito educativo 


•  Aumentar la motivación e implicación de los alumnos con respecto a los contenidos y las materias.


•  Fomentar el desarrollo de habilidades como la creatividad, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración o la comunicación.


•  Reforzar el aprendizaje significativo y funcional, basado en la experiencia y la diversión.


•  Potenciar la autonomía, la responsabilidad y la toma de decisiones de los alumnos sobre su propio aprendizaje.


•  Mejorar el clima del aula, la convivencia y las relaciones entre los alumnos y con el profesor.


¿Cómo aplicar la gamificación en el aula?

Para aplicar la gamificación en el aula hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes, como:


•  Definir el objetivo educativo de la actividad y los contenidos que se quieren trabajar.


•  Elegir el tipo de juego más adecuado para la actividad y los elementos de gamificación que se van a utilizar (reglas, retos, puntuación, feedback, recompensas...).


•  Adaptar el nivel de dificultad y complejidad de la actividad al perfil y las necesidades de los alumnos.


•  Explicar claramente las instrucciones de la actividad y asegurarse de que los alumnos las entienden y las asimilan.


•  Acompañar y orientar a los alumnos durante el desarrollo de la actividad y resolver sus dudas o problemas.


•  Evaluar los resultados de la actividad y dar feedback a los alumnos sobre su desempeño y sus logros.


Ejemplos de gamificación en el aula

Hay muchos ejemplos de gamificación en el aula que se pueden adaptar a diferentes niveles educativos, materias o temáticas. Algunos de ellos son:


•  Kahoot: es una plataforma online que permite crear cuestionarios interactivos con preguntas y respuestas sobre cualquier tema. Los alumnos pueden responder desde sus dispositivos móviles o desde un ordenador y compiten entre ellos por obtener la mayor puntuación. El profesor puede ver los resultados en tiempo real y dar feedback a los alumnos.


•  ClassDojo: es una aplicación que permite gestionar el comportamiento y la participación de los alumnos en el aula. El profesor puede asignar puntos positivos o negativos a los alumnos por diferentes criterios (asistencia, puntualidad, trabajo en equipo, respeto, etc.) y los alumnos pueden ver su progreso y sus recompensas. Además, la aplicación facilita la comunicación entre el profesor, los alumnos y las familias.


•  Breakout EDU: es una actividad que consiste en resolver una serie de enigmas y pruebas para conseguir abrir una caja cerrada con candados. Los alumnos tienen que trabajar en equipo, usar su ingenio y aplicar sus conocimientos sobre diferentes materias. El profesor puede crear sus propios juegos o usar los que ofrece la plataforma online.


•  Minecraft: es un videojuego que permite crear mundos virtuales con bloques de diferentes materiales. Los alumnos pueden usarlo para aprender sobre diferentes temas como historia, geografía, arte, ciencia o matemáticas, construyendo escenarios, realizando experimentos o resolviendo problemas. El profesor puede guiar a los alumnos o dejarles explorar libremente.



La gamificación es una técnica de aprendizaje que tiene mucho potencial para mejorar la experiencia educativa de los alumnos y los profesores. Al incorporar la mecánica de los juegos al ámbito educativo, se consigue aumentar la motivación, el interés y la diversión de los alumnos, así como desarrollar sus habilidades y reforzar sus aprendizajes. La gamificación no es una moda pasajera, sino una tendencia que ha llegado para quedarse y que ofrece muchas posibilidades para innovar y transformar la educación

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