¿Te ves arrugada? cuida la piel de tu cara y todo tu cuerpo

 La piel del rostro es una de las partes más expuestas y sensibles de nuestro cuerpo. Está en contacto permanente con el aire, el sol, el frío, el calor, el polvo, el maquillaje y otros agentes externos que pueden dañarla y envejecerla prematuramente. Por eso, es fundamental cuidarla adecuadamente para mantenerla sana, hidratada, luminosa y joven.

He visto por las redes sociales mujeres con la piel envejecida reseca y arrugadas hasta el cuello, pero el tema aquí es ayudar ¿cierto? vamos a eso, porque yo apuesto a la hidratación diaria y constante.

¿Cómo cuidar la piel del rostro? 

No hay una fórmula mágica ni única, ya que cada tipo de piel tiene sus propias características y necesidades. Sin embargo, hay algunos pasos básicos que podemos seguir para mejorar la salud y la apariencia de nuestra piel facial.

•  Limpiar: Es el primer paso y el más importante. Debemos limpiar nuestra piel todos los días, por la mañana y por la noche, con un producto adecuado a nuestro tipo de piel (seca, grasa, mixta o sensible) y a nuestro nivel de suciedad (si usamos maquillaje o no). La limpieza elimina el exceso de grasa, las impurezas, las células muertas y los restos de maquillaje que pueden obstruir los poros y provocar granitos, puntos negros e infecciones. Además, prepara la piel para recibir mejor los tratamientos posteriores.

•  Tonificar: Es el segundo paso y el más olvidado. Muchas personas se saltan este paso porque piensan que no es necesario o que no hace nada. Sin embargo, el tónico tiene varias funciones importantes: equilibra el pH de la piel después de la limpieza, refresca, hidrata, calma, cierra los poros y potencia el efecto de las cremas que aplicamos después. Debemos elegir un tónico adecuado a nuestro tipo de piel y aplicarlo con un algodón o con las manos después de la limpieza.

•  Hidratar: Es el tercer paso y el más imprescindible. La hidratación es vital para mantener la elasticidad, la suavidad y la protección de la piel. Una piel deshidratada se ve opaca, tirante, áspera y propensa a las arrugas. 

Por eso, debemos aplicar una crema hidratante todos los días, por la mañana y por la noche, adaptada a nuestro tipo de piel y a nuestra edad. La crema hidratante debe contener ingredientes que aporten agua y que eviten su pérdida, como el ácido hialurónico, la glicerina o la urea. También debe contener antioxidantes que combatan los radicales libres que causan el envejecimiento celular, como la vitamina C, la vitamina E o el resveratrol.

•  Proteger: Es el cuarto paso y el más preventivo. La protección solar es fundamental para evitar los daños que los rayos UV pueden causar en nuestra piel, como las manchas, las quemaduras, las arrugas o el cáncer de piel. 

Debemos usar un protector solar todos los días del año, incluso cuando está nublado o cuando estamos en casa. El protector solar debe tener un factor de protección adecuado a nuestro tipo y tono de piel (mínimo SPF 30) y debe ser resistente al agua y al sudor. Debemos aplicarlo media hora antes de salir al exterior y reaplicarlo cada dos horas o después de bañarnos o sudar.

•  Exfoliar: Es el quinto paso y el más renovador. La exfoliación consiste en eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel y que le dan un aspecto apagado y rugoso. Al exfoliar nuestra piel, favorecemos la regeneración celular, mejoramos la textura y el tono de la piel, estimulamos la circulación sanguínea y facilitamos la penetración de los productos que aplicamos después. 

Debemos exfoliar nuestra piel una o dos veces por semana con un producto suave que no irrite ni raspe nuestra piel. Podemos usar un exfoliante mecánico (con partículas) o químico (con ácidos).

•  Nutrir: Es el sexto paso y el más reparador. La nutrición es necesaria para aportar a nuestra piel los nutrientes que necesita para mantenerse firme, elástica y resistente. 

Una piel mal nutrida se ve flácida, seca y sin vida. Por eso, debemos aplicar una crema nutritiva por la noche, cuando la piel está más receptiva y realiza sus procesos de reparación y regeneración. La crema nutritiva debe contener ingredientes que nutran en profundidad la piel, como el colágeno, la elastina, el aceite de rosa mosqueta o el aceite de argán.

Estos son los seis pasos básicos para cuidar la piel del rostro. No obstante, hay otros factores que también influyen en la salud y la belleza de nuestra piel, como la alimentación, la hidratación, el sueño, el estrés, el tabaco o el alcohol. 

Por eso, debemos llevar un estilo de vida saludable que nos ayude a mantener nuestra piel en óptimas condiciones. Recuerda que tu piel es el reflejo de tu salud y de tu bienestar. ¡Cuídala y quiérela!

Mi truco: 👰👯

Yo en particular uso productos de Bioderma e hidratentes de Pons, la barra de jabón hace varios efecto de una vez es de Bioderma y es neutra. Por eso mi rostro brilla de cerca y de lejos y sin filtro.

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