Una nueva manera de decir no me importa no soy manipulable

 La manipulación es una forma de influir en el comportamiento, las emociones o las creencias de otra persona mediante técnicas sutiles, engañosas o coercitivas. El objetivo de la manipulación es obtener un beneficio propio a costa del otro, sin tener en cuenta sus necesidades, deseos o derechos.



La manipulación puede darse en diferentes ámbitos y contextos, como la pareja, la familia, el trabajo, la amistad o la política. La manipulación puede adoptar diferentes formas y grados, como la mentira, la culpa, el chantaje, la seducción, la adulación o la intimidación.

La manipulación puede tener consecuencias negativas para la persona que la sufre, como la pérdida de confianza, de autoestima, de libertad o de identidad. La manipulación puede generar dependencia, ansiedad, depresión o resentimiento.

¿Por qué no te afectan las criticas ni manipulación?

Sin embargo, una persona no es manipulable por naturaleza. Una persona puede resistir, evitar o combatir la manipulación si cuenta con los recursos adecuados. Una persona puede ser inmune a la manipulación si desarrolla las siguientes habilidades y actitudes:


•  Autoconocimiento: Es la capacidad de conocerse a sí mismo, sus fortalezas y debilidades, sus valores y principios, sus gustos y preferencias, sus metas y sueños. El autoconocimiento permite tener una autoimagen positiva y realista, sin dejarse influir por lo que los demás piensen o digan. El autoconocimiento permite tener criterio propio y tomar decisiones acordes con lo que se quiere y se necesita.


•  Asertividad: Es la capacidad de expresar lo que se piensa, se siente y se desea de forma clara, directa y respetuosa. La asertividad permite defender los propios derechos e intereses sin agredir ni someterse a los ajenos. La asertividad permite poner límites y decir no cuando sea necesario. La asertividad permite comunicarse de forma efectiva y resolver los conflictos de forma pacífica.


•  Empatía: Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprender su punto de vista, sus motivos y sus sentimientos. La empatía permite establecer relaciones basadas en el respeto, la confianza y la cooperación. La empatía permite reconocer y valorar las diferencias y las similitudes entre las personas. La empatía permite detectar y evitar las intenciones ocultas o maliciosas de los demás.


•  Autonomía: Es la capacidad de actuar por cuenta propia, sin depender ni obedecer a los demás. La autonomía permite tener iniciativa, creatividad y responsabilidad. La autonomía permite asumir las consecuencias de las propias acciones y aprender de los errores. La autonomía permite elegir el propio camino y seguirlo con determinación.


•  Crítica: Es la capacidad de analizar, evaluar y cuestionar la información, las opiniones o las creencias que se reciben de los demás. La crítica permite distinguir entre lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo. La crítica permite formarse una opinión propia y fundamentada, sin dejarse llevar por las modas, los prejuicios o las presiones. La crítica permite ser consciente de la realidad y actuar en consecuencia.


Estas habilidades y actitudes se pueden aprender y practicar con el tiempo y el esfuerzo. No se trata de ser perfecto ni infalible, sino de ser consciente y coherente. No se trata de ser egoísta ni indiferente, sino de ser respetuoso y solidario.


Una persona no es manipulable si se conoce a sí misma, si se expresa con asertividad, si se pone en el lugar del otro con empatía, si actúa por cuenta propia con autonomía y si analiza con criterio lo que le rodea.


Una persona no es manipulable si se quiere a sí misma y se da su valor.

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